A finales del año 2019 se informó en el periódico Le Monde Afrique de que unos ingenieros americanos habían inventado una marca subcutánea basada en nanopartículas inyectables, que permanecen bajo la piel y emiten una luz fluorescente invisible para el ojo pero visible con un smartphone, que en el futuro podría ser utilizada para confirmar que las personas llevan la vacunación correcta. Como en los países en desarrollo las cartillas en papel suelen contener errores o estar incompletas, y tampoco existen bases de datos electrónicas, la idea de inscribir la prueba de la vacuna sobre el cuerpo mismo parece buena. Al parecer, la Fundación Bill y Melinda Gates ya ha patrocinado encuestas en Kenya, Malawi y Bangladesh, para medir el grado de aceptación entre la gente de estos nuevos sistemas de control.
El sistema fue presentado el miércoles día 18 de diciembre de 2019 en la revista Science Translational Medicine. Por ahora sólo ha sido testado en ratas, pero los investigadores, financiados también por la Fundación Bill y Melinda Gates (socios de este periódico que citamos, Le Monde Afrique) esperan “poder hace pruebas en humanos en África en los próximos años”, ha dicho Ana Jaklenec, coautora del invento e ingeniera biomédica en el MIT. Llevan años intentando encontrar los componentes que sean seguros para el organismo, lo suficientemente estables y capaces durar muchos años.
El dispositivo final está compuesto por nanocristales de cobre, a los que se denomina “puntos cuánticos”; tienen 3,7 nm (nanómetros) de diámetro y están encapsulados en nanopartículas de 16 micrómetros. Un parche de 1,5 mm de largo, con microagujas, serviría de inyección. Tras haber sido aplicadas sobre la piel durante 2 minutos, las microagujas se disuelven y dejan bajo la piel los pequeños puntos, repartidos en forma de círculo o de cruz (gamada, uy, perdón). Tales puntos son excitables por una determinada frecuencia electromagnética próxima al infrarrojo; cuando un smartphone equipado con un lector escanea la piel, hará aparecer los puntos fluorescentes en la ídem y en la pantalla.
Los científicos pretenden administrar al mismo tiempo una vacuna, por ejemplo contra el sarampión.
El 18 de diciembre de 2019 fue presentada en Washington la tecnología subcutánea de marcaje encapsulada en nanopartículas de nanocristales que se hacen fluorescentes bajo luz infrarroja.
Crédito imagen K.J. Mchugh et al, Science Translational Medicine, 2019, AFP
La marca dura varios años ya que han simulado cinco años de exposición a la luz del sol. Requiere menos tecnología que un escáner de iris del ojo o que el mantenimiento de bases de datos. Pero sólo será útil para identificar a los niños no vacunados si se utiliza en exclusiva. Por otra parte, ¿aceptará la gente que se inyecten diferentes marcas en la piel para cada vacuna? ¿Qué pasará con los puntos cuando los niños crezcan?